viernes, 11 de septiembre de 2009

Gordos

Rodeado de una gran expectación, uno de los talentos con más proyección del panorama patrio, Daniel Sánchez Arévalo, estrenó "Gordos", su segundo largometraje tras el éxito de público, crítica y honores que recibió su ópera prima "AzulOscuroCasiNegro".



Se juntó en el preestreno todo el nuevo clan español. Digamos que el veterano era Medem. Por cierto, casi entro del brazo de la ministra por la ineptitud del personal.

Un nuevo cine, unos nuevos ojos, claros y plagados de inseguridades, son los que miran y captan todo un mapa de sentimientos encontrados, de dudas existenciales y de patrones que arrastramos desde no se sabe cuándo.

De todo esto habla Gordos.

GORDOS


"Gordos", con un complejo guión, es una comedia coral con un nexo común entre todas sus tramas: La gordura.



La gordura como la evidencia más palpable (valga la expresión) de la insatisfacción personal, de las debilidades y de las frustraciones que jalonan nuestro paso por la vida.

Personajes muy emocionales y egoístas y situaciones que muestran la miseria humana. Una mirada a la hipocresía, esa que se intuye tanto teme el realizador, necesitado de un cariño casi incondicional por parte de su entorno.

"Gordos" retrata una parte nuestra, escondida, matizada, velada y vomita, en voz alta, los verdaderos mecanismos que mueven nuestra conducta.

Cosas que me gustan:
-Los conflictos planteados.
-Su comicidad.
-Las interpretaciones, a destacar la actriz novel Leticia Herrero.
-Antonio de la Torre, fenomenal trabajo y generosidad.
-Raúl Arévalo, perfecto tono.
-Pilar Castro, excesivamente buena.
-Su fotografía y gusto por rodar.
-Las secuencias en el bar.

Cosas que no me gustan:
-La última parte baja de intensidad y se acaba haciendo larga, aunque remonte justo al final. A veces los guionistas tienden a cerrarlo todo y explicarlo todo y el espectador no lo necesita.
-La forma de cerrar cada trama. Innecesario para lo que se pretende comunicar.


Otras cosas:
La sociedad Arévalo-DelaTorre ha vuelto a darnos un personaje oscuro casi negro. Antonio, además del esfuerzo del cambio físico, realiza una interpretación extraordinaria, cómica y siniestra, atrevida y generosa.
El elenco de actores está muy bien, a pesar de los destacados arriba, todos brillan.



Daniel Sánchez Arévalo ha vuelto a arriesgar y ha vuelto a mostrarnos un film lleno de obsesiones sin respuesta, de respuestas que obsesionan.

"He dicho que soy adicto, no que tenga un problema" (Gregory House)